El transporte y el almacenaje del gas natural


Una vez que el gas natural se extrae del suelo, no se usa directamente. Primero se limpia y se prepara en una «Planta de tratamiento,» y después se transporta por sistemas de cañerías llamadas «gasoductos».


Además de circular por gasoductos, el gas natural puede transportarse en barcos especiales cuando se encuentra en estado líquido como gas natural licuado (GNL). Para llevarlo a estado líquido, y que ocupe menos espacio, el gas natural es enfriado a -160 °C.



¿Qué son los gasoductos y cómo funcionan?

Son sistemas de cañerías que transportan gas natural desde los yacimientos hasta las ciudades y centros de consumo. Están hechos de acero, son enterrados bajo tierra y pueden recorrer miles de kilómetros.


En nuestro país algunos gasoductos son tan largos que atraviesan gran parte del territorio nacional, y el gas viaja dentro de ellos a más de 40 km por hora.


El gas se mueve dentro del gasoducto gracias a la presión. A lo largo del recorrido hay plantas compresoras que «empujan el gas» (dándole presión) para que siga su recorrido, manteniendo su velocidad.


Dato curioso:
Se puede pensar que el gasoducto es como una arteria gigante, y el gas es la sangre que circula por ella, impulsada por el “corazón” que son las plantas compresoras.



Estas tuberías, cuando tienen que ser enterradas o tienen que atravesar ríos, lagos o estrechos —como por ejemplo, el Estrecho de Magallanes—, se protegen con recubrimientos especiales.


Las soldaduras que unen las tuberías se someten a un control riguroso, mediante radiografías de los caños, para evitar que pueda haber fugas de gas y peligro de explosión.



Seguridad y monitoreo de los gasoductos

Transportar gas por gasoductos es seguro y eficiente. Los gasoductos están diseñados con múltiples medidas de seguridad. Cada cierto tramo, el gas pasa por válvulas, sensores y sistemas de control que aseguran que todo funcione bien


Los gasoductos se inspeccionan periódicamente, se controlan con sensores y drones, y se monitorean desde salas de control central que pueden ver información de funcionamiento de todo el recorrido, en tiempo real.


Además, se detectan fugas y reducen pérdidas, para cuidar el ambiente y la seguridad. Si se detecta una caída de presión o una posible fuga, se cierra una válvula automáticamente.


Sabías que?
El gas natural tiene olor gracias a que se le agrega una sustancia especial llamada «odorante» para que pueda ser detectado detectarlo en el caso de una fuga o pérdida..


Tipos de gasoductos

Gasoductos troncales:
Son los más grandes y largos. Llevan el gas desde los yacimientos hasta las regiones del país. (Ejemplo: Neuba II, Norte o General San Martín).

Gasoductos de transporte regional o secundarios:
Distribuyen el gas a distintas provincias. (Ejemplo: Pampeano, Patagónico, Fueguino)

Redes de distribución:
Son cañerías de menor tamaño que van por debajo de las calles en una localidad y llegan a las casas, escuelas y comercios.



En Argentina, hay 2 empresas licenciatarias que tienen autorización del ENARGAS que conectan las principales cuencas productoras con las distintas regiones más pobladas del país.



Los gasoductos son infraestructura estratégica porque transportan energía de forma segura y económica, permitiendo que el gas natural llegue a millones de personas y que las industrias puedan funcionar.



El transporte del gas en los países vecinos

Respecto a la integración regional, Argentina mantiene conexiones gasíferas con sus países vecinos, facilitando el comercio y el intercambio de gas natural.


Históricamente, Argentina importó gas natural desde Bolivia, aunque en los últimos años se ha modificado el sentido del flujo en algunos gasoductos, para transportar gas desde Vaca Muerta hacia el norte del país y reducir la dependencia de importaciones.


Asimismo, con Chile existen gasoductos que cruzan la cordillera de los Andes, permitiendo la exportación e importación de gas natural entre ambos países. Estos enlaces son estratégicos para el abastecimiento de regiones del sur de Chile y el sur de Argentina, facilitando la complementariedad energética regional.


Con Uruguay y Brasil, Argentina también está conectada mediante gasoductos que permiten el suministro de gas natural a estos países, contribuyendo a la integración energética del Mercosur. Estos gasoductos facilitan el comercio bilateral y el acceso al gas natural en zonas donde la producción local es limitada.


Estas conexiones regionales permiten optimizar el uso de los recursos naturales, mejorar la seguridad energética y fomentar el desarrollo económico en toda la región.


Bolivia juega un papel central como corredor para el transporte de gas entre Argentina y Brasil, mientras que Chile y Uruguay cuentan con conexiones directas con Argentina para abastecer sus mercados. Estos sistemas están en constante desarrollo para aumentar la capacidad y mejorar la interconexión entre los países del Cono Sur.