Fuentes primarias y secundarias de energía
Cuando hablamos de energía, es importante entender de dónde viene y cómo se transforma. Por eso, se clasifican en fuentes primarias y fuentes secundarias de energía.
Fuentes primarias de energía
Son aquellas que se obtienen directamente de la naturaleza, sin haber sido transformadas por el ser humano. Estas fuentes están disponibles tal como las encontramos en el ambiente.
Algunas pueden renovarse —como el sol o el viento— y otras se agotan con el uso —como el gas natural o el petróleo—.
Ejemplos
Energía solar
Energía eólica
Energía hidráulica (del agua)
Gas Natural
Petróleo
Uranio (para energía nuclear)
Biomasa (materia orgánica vegetal o animal)
Fuentes secundarias de energía
Son el resultado de transformar una fuente primaria para que sea más útil o fácil de transportar y utilizar. Estas fuentes no existen en la naturaleza tal como las conocemos, sino que son producto de un proceso
Ejemplos
Electricidad: se genera a partir de otras fuentes como el gas, el agua o el viento.
Nafta o Gasoil: se obtienen del petróleo crudo refinado.
Hidrógeno: se produce a partir del agua o de combustibles fósiles.
Esta clasificación es fundamental para entender cómo funciona el sistema energético de un país.
En Argentina, muchas de nuestras fuentes primarias son de tipo fósil (como el gas natural), pero también se están incorporando cada vez más fuentes renovables como el sol y el viento, que también son primarias.